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Enía en la recámara estas imágenes de una escapada motera a la patria chica del expresidente de la Generalitat. Es decir a Iznájar (Córdoba). Descuide honorable, que hoy no vengo con mechero e ideas de herrero solitario, como para dejar su gestión al rojo vivo y machacarla a mazazos contra el yunque. Las urnas ya apagaron los rescoldos de poder del tricachondeíto.

En territorios con democracias más veteranas los titulares de los ministerios de Interior y Justicia estarían a estas horas regando tiestos de geranios, como los plantados en el Patio de las Comedias. Pero ya se sabe que la poltrona eleva a sus moradores por encima del fracaso y de la ineptitud, concede un halo de arcángel del que no los apea ni la más hostil adversidad.
Pd. Disculpad que no me explaye con la descripción de la población visitada, es que el fuelle de la actualidad atiza las ascuas de la indignación.