olerar es un verbo poco y mal conjugado
por muchos hooligans del nacional catolicismo. Los pájaros cordobeses peperos, con mando en plaza, pretenden
que sus paisanos comulguen con
ruedas de molino. Esgrimen la Cuaresma como espada purificadora, para prohibir la celebración del Domingo de Piñata, en la ciudad califal. La cerril actitud
de las cofradías locales ha eclipsado la libertad de expresión.
Si cada
confesión religiosa enarbolara sus creencias, respetables: sí, obligatorias:
no; tendríamos un cirio de mucho cuidado en el suelo patrio. Ayuno durante el
Ramadán, el 10 de Tevet, etc. Nada de carne durante la Semana Santa. Comer carne
de jalufo (cerdo) o beber alcohol sería motivo poco menos que de cárcel. El
sabbat: quieto, parado todo el mundo sin distinción, no sea que perturbemos el orden
celestial. A esto podría añadirse una larga lista de pecados según quien lo
predique.
El cura
de mi pueblo nos dedicó una buena reprimenda desde el púlpito a un grupo de
mozalbetes, entre los que figuraba el nómada. Era Viernes Santo y detentaba el
poder Franco. Nuestra gran fechoría: jugar al fútbol en tan señalada fecha, con
la algarabía propia de unos adolescentes. En pleno siglo XXI, la democracia ha
sido guardada en un armario con bolitas de alcanfor. Los ultra cruz vuelven a
las andadas.
Prefiero
perderme por ahí, disfrutar de otras notas y tener unas vistas de casi 360º, en lugar de
antojeras y complejos de Torquemada. Dejo unas fotos de mis andanzas mundanas.
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En la cima del Torrecilla. Tolox. Málaga. |
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Castañas en su punto. Padua. Italia. |
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Exhibición de danza. Padua. Italia. |
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Canal Piovego Padua. Italia |
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Tienda de toda la vida. Padua. Italia. |
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Notas por emitir. Padua. Italia. |