Decía el maestro Cartier-Bresson que el fotógrafo ha de capturar el momento justo, que de algún modo con su cámara robaba instantes a la eternidad, esta imagen trata de ejemplificar lo importante que resulta reaccionar en segundos para hallar una toma inusual y en modo alguno pretende ser una falta de respeto, ni está trucada con programas de retoque.
Se trata de ir por la vida con mirada de fotógrafo para captar aspectos inusuales, unas veces más humanos y otros más estáticos.