
Quedaron varadas en una estantería
como un juguete medio roto
pasaba de él, ese niño todo el día
pues quería de fórmula ser piloto.
El levante sembraba la mar de pañolitos,
mientras que el trío de naves adosadas
suspiraban sacrificadas como gambitos
de unas partidas hace tiempo olvidadas.
Algún gato que se acunó en su toldilla
Pudo oír el quejío de medianoche:
Romped el ancla de esta pesadilla,
parecemos de feria carricoche,
queremos zambullir nuestra quilla,
para perdernos sin un reproche.
como un juguete medio roto
pasaba de él, ese niño todo el día
pues quería de fórmula ser piloto.
El levante sembraba la mar de pañolitos,
mientras que el trío de naves adosadas
suspiraban sacrificadas como gambitos
de unas partidas hace tiempo olvidadas.
Algún gato que se acunó en su toldilla
Pudo oír el quejío de medianoche:
Romped el ancla de esta pesadilla,
parecemos de feria carricoche,
queremos zambullir nuestra quilla,
para perdernos sin un reproche.
4 comentarios:
tienes un premio en intimo y personal...
Pues preciosa foto, que tal parecen puestas en una estantería, y preciosa y original la historia, la forma de contarlo. Un besuco.
A orillas de este mar es el sur el que despeina las olas, que de formar una "c" (miradas por el oeste), terminan por hacer una "S" (si se miran por el este).
Muy hermosos todo.
sds
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