Cuando no existía el turismo Diesel ni el rural,
siglos ha, llegó esta singular pareja a Piornedo.
(Ella) Me quedaría aquí toda la vida. (Él) Yo igual.
Un duende los trocó en piedra con denuedo.
Desde entonces gozan de la magia de los Ancares,
acércate sin ruido por tu ración de paz,
de karma, de buen rollo o como quiera que llamares,
queda poco, lo mismo lo monopoliza un malayo contumaz.
Que se olviden de la creación de empleo y del progreso,
del pelotazo urbanístico y de la hipoteca;
del fomento de la inversión y del nuevo acceso.
Sólo deseamos atrapar la magia intangible,
para enredarla en nuestra gastada rueca
que gira sobre un ojo/eje invisible.
siglos ha, llegó esta singular pareja a Piornedo.
(Ella) Me quedaría aquí toda la vida. (Él) Yo igual.
Un duende los trocó en piedra con denuedo.
Desde entonces gozan de la magia de los Ancares,
acércate sin ruido por tu ración de paz,
de karma, de buen rollo o como quiera que llamares,
queda poco, lo mismo lo monopoliza un malayo contumaz.
Que se olviden de la creación de empleo y del progreso,
del pelotazo urbanístico y de la hipoteca;
del fomento de la inversión y del nuevo acceso.
Sólo deseamos atrapar la magia intangible,
para enredarla en nuestra gastada rueca
que gira sobre un ojo/eje invisible.
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