Boxes: "Más folios"

Refugio Poco pan en los montes de Málaga.

Tiempo de clausura este de los exámenes, memorizando los datos y las definiciones más disparatadas que se puedan imaginar. El espíritu, que debe ser lo único latente a estas alturas, echa ya de menos esas salidas por los montes, abandonar el A4, la pantalla y los esquemas condensados.
Historia del Periodismo más bien debería llamarse el arte del “winrar” humano, puesto que se trataba de comprimir dos siglos muy moviditos, el XVII y el XVIII en menos de una hora, lo cual vino a ser como una crono escritura a ritmo de moto GP; por mucho turbo que le echaras, más folios a boxes por radio que pidieras, era imposible seguir la estela de “Vale”. Sin pretender estar en el pódium, por lo menos espero no quedar fuera de la pista.
Al menos las prácticas de Comunicación Especializada han sido superadas por este aprendiz. En cambio en la facultad ha quedado una legión de camaradas que deben lidiar con dos prácticas decisivas, en sesión de mañana y tarde, algo tan arduo como una condena a escuchar un vendedor de seguros durante 24 horas seguidas. Sólo falta comerse las uñas a la espera de las notas del examen de teoría/tontería, alea iacta est.
Aún será preciso esperar al día cinco para abandonar esta celda, queda la abstracción de la teoría de Diseño Digital, en la que se preguntan cosas como: el “efecto paraguas” en la disposición de los titulares y la foto de una noticia; elementos que seguro quitan el hipo al lector, a la par que lo dejan calado hasta la médula; por no hablar de la “cola de perro” en la disposición del cuerpo de texto.
En conclusión se trata de terminar con la cabeza más huera que el tronco que acompaña este texto, mientras permanezcas en tus casillas y no haya otros horizontes.
Hasta la próxima curva, sigo con todo el puño y bajo la cúpula de los apuntes.