

Porque como dirían los filósofos griegos nunca se cruza el mismo río dos veces, puesto que éste cambia de continuo, aprovecha el nómada para transitar por el puente a lomos de la moto en dirección a Fuengirola, donde anuncian que celebran la feria de los pueblos, pues será cuestión de recrear los sentidos.
En efecto, en el recinto ferial se concentra una algarabía multicolor. Se mezclan acentos, folclore, indumentarias y gentes de rincones tan distantes como Japón, Finlandia, Rusia, India, Colombia, Ecuador, Chile, Argentina… además de varias regiones de nuestro país.
Asiste el público al desfile de unas colombianas -más bien pizpiretas y faldicortas-, al que suceden las corcheas y semifusas de las gaiteras astures, que portan faldas hechas con el mismo tejido que mi abuela preparaba las “naguas de la mesa tufa para la copa”, traduzco: naguas = ropaje que cubre la mesa camilla; copa=brasero. Bueno, pues que con ese atuendo en su tierra como que muy bien, pero aquí con 27º C, las pobres se van cocer como un bollo.
Con tanto trajín de un lado para otro el apetito va en crescendo, a todo esto hay fogones y asados de toda suerte de viandas a las puertas de las casetas, ahora recicladas en pabellones feriales. ¿Serían de esta guisa las bodas de Camacho? Así que tras una culinaria inspección, el nómada decide, aunque le cueste por lo atractivo de la oferta, internarse en la caseta de Argentina y hacerle los honores a un buen asado, del que da buena cuenta, bajo un póster de Maradona en sus buenos tiempos, portando una copa en actitud de éxtasis.
En fin aún queda el domingo, por si alguien decide acercarse a este pueblo costero, que como cada agosto será invadido por los chárter de Córdoba. Vuelvo a transcribir chárter de Córdoba = autobuses fletados en plan excursión playera procedentes de la campiña del Guadalquivir, cuando sus pasajeros logran por fin instalarse en una playa atestada, bajo un parasol con publicidad de una marca cualquiera de cerveza exclaman gozosos: ¡Esto es vida…!
Mandad el colesterol de vacaciones, porque estáis invitados a disfrutar del buen ambiente internacional que se palpa, oye, ve, respira y se puede, lo más importante, ingerir.