viernes, 27 de junio de 2008

El balcón

Balcón en calle Sánchez Pastor.
El transeúnte de regreso de su taberna favorita, La Buena Sombra, sueña con escenas románticas al pasar bajo el balcón de la calle Sánchez Pastor, con risas de Carmen, una muchacha morena de cabellos ensortijados y ojos claros, que tejía planes de futuro enrolándose en los mercantes de su padre, anhelaba traer los frutos más exóticos de cada continente, para plantar un jardín en su finca de arroyo del Sastre.
Aprendió las intrincadas cartas de marear del almirantazgo inglés, como quien lee un cuaderno escolar, su modista de toda la vida le había preparado un ajuar de viaje, que apenas cabía en el generoso arca, hecho a mediados del siglo XIX con maderas exóticas. El padre había reclutado la tripulación más experta para el Bahía de la Doncella, no quería correr el más mínimo riesgo con su única hija, bastante tenía con haber perdido a la madre en el parto.
A la altura la isla Graciosa, en plena noche, el mercante fue devorado por un inexplicable incendio a bordo, solo pudieron ponerse a salvo el pilotín y la intrépida viajera, quienes a duras penas llegaron a nado a la inhóspita caleta de Pedro Barca.
Allí pasaron varios meses a duras penas la pareja, más que nada por la falta de agua potable, cosa que no fue óbice para que brotara un apasionado idilio entre ambos. Con mucho tiempo para socializarse, poca Eurocopa en la que pensar y menos botellón que el Dalai Lama, sobrevino el embarazo; en este asunto tenían tanta experiencia como un ‘yupi’ levantando capuchinas, menos mal que un pescador de Órzola pasó por allí y los recogió pocos antes del parto, un poco más y el bebé hubiera venido al mundo entre los enseres de pesca.
Como quiera que ella no se atrevía a volver a su hogar paterno convertida en madre ‘sin papeles’, se quedó a vivir hasta el resto de sus días en Haría (Lanzarote). Mientras el deshabitado edificio con su balcón neomudéjar, permanece cerrado, si bien se oye el llanto de un recién nacido cada mañana de San Juan.

martes, 24 de junio de 2008

Cadenas de datos




Mezquita de la época árabe, reciclada a Iglesia de Santiago, donde fue bautizado Picasso.

Qué difícil se hace contar historias encerrado tras esta puerta, ciega de tanto apunte alicatado, glosando la geometría de datos erráticos y menos interesantes que la reproducción de los himenópteros malayos. Inexplicables alarifes que pretenden cuadrar el círculo de lo inútil con artes diabólicas.
Pugno por subir al minarete y llamar al rezo de la rebeldía, mientras me atan cadenas de informaciones tan escurridizas como sapos.

lunes, 23 de junio de 2008

Despierta ferro

Esculturas de Miguel Berrocal


Las primeras horas del domingo en el centro neurálgico de la ciudad, están llenas de las esculturas desmontables del genial Miguel Berrocal, natural de Villanueva de Algaidas (Málaga). Llama la atención el poderoso lema elegido por el artista de "Despierta ferro" con el que los guerreros almogávares entraban en batalla.

En todo caso atraen mi curiosidad, porque mi memoria anda más dura que los yunques que sirven de soporte a las obras desmontables, por más que la golpee, con los datos insondables de los apuntes nefandos, no salen ni chispas, así que prefiero arrimarme a un buen árbol, en este caso la emblemática higuera en la antigua judería, a estas horas desiertas del peregrinaje hacia el museo Picasso, o refrescar la mirada en las fuentes del ala norte de la Catedral.








Impresiones

Todo es subjetivo, dejemos volar el yo imposible.

Archivo del blog

Datos personales

Mi foto
Andalucía, Spain
Tratando la conjución de ocurrencias e imágenes. No pongo música porque se cabrean los de la SGAE.