jueves, 2 de abril de 2009

Opiniones de ida y vuelta

Por fin se abre la ventana de la Semana Santa, mientras se agolpa el personal en el centro para pertrecharse de túnicas, cirios y otros artículos cofrades, al objeto de lucirlos en su cofradía, la mejor del mundo, pasión "clavaíta" a la del fútbol; el autor del blog, para quien nunca la marchas y uniformes fueron objeto de exaltación íntima, aprovechará para echar pelillos a la mar, lanzar unas cañas y tomar mi particular G-20 (gambas veinte). Sin distraerse mucho tampoco, que en la facu nos han largado un tocho para memorizar, tipo las páginas amarillas de Pekín, será nuestra estación de penitencia para la milonga del espacio europeo. Aquí lo único continental que se siente es el aeropuerto y la costa. Por lo demás, quienes toman las medidas andan como siempre haciendo de mangas capirotes y dejándonos a dos velas. Los vigilantes de la playa están muy ocupados, con sus salvavidas de millones, para evitar el naufragio de alguna caja. El caso es salir bien bajo el palio del telediario, a hombros de muchos porteadores, sin que las saetas de la discrepancia se noten mucho.

domingo, 29 de marzo de 2009

Oro verde


A modo de España directo me lo curro hoy, como bien decían los romanos para hablar de religión es preciso tener el estómago lleno, para ello nada mejor que condimentar las viandas con aceite de oliva virgen. Al objeto de llenar la despensa enfilo hacia Mondrón, pedanía de Periana (Málaga), donde un molino tan antiguo como este fruto ancestral vende al público aquello que tan bien destila Andalucía, el aceite de oliva virgen, en este caso de aceituna picual que da un toque más agraz si cabe. En honor a esta tierra, el tronco del olivo que se muestra ha sido labrado por un escultor milenario de vientos y soles en forma de A.

La primavera estalla a cada paso y con ella el apetito, en el único bar del pueblo sirven con tanta generosidad el condumio que hace falta hambre de aceitunero para dar cuenta de todo, sin menospreciar el puding de nueces para rematar la faena.

El retorno con la moto cargada de aceite, el motero repostado hasta arriba y el viento racheado de costado complican un poco las cosas, sobre todo al pasar por los elevados viaductos, pero con tal de no perder una gota de mi tesoro corto gas y bajo a quinta.

Os guardaré un poco para que probéis un producto que no entra en los lineales de las grandes superficies, sino en los hogares tradicionales. Ahora me falta el mollete de Antequera para completar el desayuno.

Impresiones

Todo es subjetivo, dejemos volar el yo imposible.

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Tratando la conjución de ocurrencias e imágenes. No pongo música porque se cabrean los de la SGAE.