jueves, 11 de septiembre de 2008

Contadoras




Busco una carga de pilas, antes de enfrentarme a un tocho de datos que alguien con aviesas intenciones ha bautizado como Historia del Periodismo, los cuales resultan más indigestos que un bocata de estropajo de aluminio, por lo que asciendo a los montes de Málaga a cazar imágenes y evasiones, que para ello está la veda abierta, tanto la finca del Boticario como Las Contadoras o Torrijos sugieren tiempos pasados de esplendor privado, hoy están en el catálogo de lo público.
En el sendero, que comunica Contadoras con Poco Pan, Nómada da rienda suelta a los perros de su imaginación, apunta que por un fin de semana toma posesión de cualquiera de estos predios, organiza una reunión del personal bloguero, para disfrutar de la “gastrosofía” (término que acuñé en referencia a los foros en torno a una buena mesa). En el orden del día podrían figurar la improvisación de entradas en el blog, según fueran sobreviniendo por la influencia de zascandilear por el entorno, o sea aquí te pillo y aquí te plasmo.
Como contrapartida no vendría mal un aperitivo a base de lomo adobado, vino de la Axarquía, un tazón de ajo blanco con uva moscatel –dicen que fue invento de moros-, una porra estilo Humilladero –allí el pan es centro de toda pitanza- bien regada con aceite de oliva virgen extra, para evitar la maldición aquella de: “Permita Dios que te siente como una porra sin aceite”, (en otra ocasión daré la receta, es plato bien distinto de las porras que llaman en Madrid a los churros), para postre las granadas, moras e higos que se ofrecen en algunos rincones de estos parajes, semiocultas entre los pinos, estas laderas hoy pobladas de coníferas en su mayoría antes fueron fértiles viñedos, hasta que la filoxera hizo estragos.
Me bajo de la nube, vuelvo sobre mis pasos hasta reencontrarme con la red, que aprovecho para divulgar mis ocurrencias y convidar al irreal banquete a quien tenga la paciencia de llegar hasta aquí.

martes, 9 de septiembre de 2008

La dama blanca (leyenda)


El equipo de grabación de misterios al descubierto se desplazó al pueblo de Castellar de la Frontera (Cádiz), para tratar de captar algún indicio de la dama de blanco, personaje que según cuentan deambula en las madrugadas, por el entramado de calles de la población, buscando aquel que porte la llave de la casa donde abandonó su traje de novia y su vida, porque unos fascinerosos del 36 se llevaron al alba a su prometido para darle el último paseo.

Unos corcheros cuentan que vieron como ella se lanzó al vació desde la torre más elevada, pero su cuerpo jamás lo encontraron, ahora parece ser que su espectro vaga para retornar a su hogar.

Los esfuerzos de los investigadores fueron baldíos, porque la ansiada llave fue a parar a una inmobiliaria 'guiri', la cual tras muchos dimes, diretes y halagos logró convencer a casi la veintena de herederos, para que accedieran a vender la casa del siglo XVII, ya semi derruida, a un matrimonio de rubicundos jubilados centro europeos por cerca de un cuarto de millón de euros. Bocado-pelotazo por la intermediación a descontar del monto total.

Lo que se dice de blanco, ya sólo queda la cal, que enjabelga las paredes de las casas rurales, realzadas por la ornamentación vegetal que le rinde honores. Todo ello abrigado por los gruesos muros de la fortaleza rendida de tantos acontecimientos bélicos, que hoy abre sus puertas de par en par a un rosario de visitantes de los credos más variopintos, tal vez sin credo sea el mejor visado para penetrar en el pasado.

Intuyo que el paseo por este recinto ha merecido la pena, a pesa del abusivo peaje que me ha detraído a cuenta de la moto la AP-7, con las bendiciones del fomento de Maleny.

Como habréis podido deducir la leyenda es una percha para colgar estas imágenes del pueblo de Castellar de la Frontera (el viejo), el término 'guiri' es sinónimo de extranjero (para la audiencia de Latinoamérica), lo cierto es que en la época de la dictadura fue expropiado en su totalidad porque las tierras de labor fueron anegadas por el embalse que se puede ver en la foto, sus moradores fueron trasladados a un soso núcleo poblacional, el castillo quedó en ruinas, dos señoras mayores tenían las llaves de la mayoría de las casas abandonadas, las cuales cedían gratis a quien quisiera instalarse, en los años 80 fue colonia hippie, luego fueron reciclados y hoy se ha convertido en un foco de atracción para el turismo de interior, auspìciado por la administración.

Impresiones

Todo es subjetivo, dejemos volar el yo imposible.

Archivo del blog

Datos personales

Mi foto
Andalucía, Spain
Tratando la conjución de ocurrencias e imágenes. No pongo música porque se cabrean los de la SGAE.