Camaleón distraído
Cabra en Zernatt (Suiza)
Fuegos artificiales en Malters (Suiza)
El mimetismo desarrollado por algunos camaleones, que empezaron siendo unos sociatas de provecho, no tiene parangón con el alcanzado por el inefable Pepiño Blanco. Este profesional de la boutade por una parte prende la mecha de la subida de impuestos con altura europea, en un solar plagado de mil euristas en el mejor de los casos, eso si las cornadas de la crisis no mandaron al personal derechito al corral del paro. Ahora le estalla en las manos la crisis de Melilla, sin contar con ningún bombero que quiera y sepa manejar el extintor (matafuegos que dirían allende los mares), por lo que se pilla un cabreo multicolor, porque el no menos nefasto Aznar se dedica a pastorear el descontento sin permiso del amo del Kremlin, que reposa en su dacha de verano.
Difícilmente se pueden cometer más desastres para ajar las rosas que algún día florecieron en el solar patrio.