sábado, 17 de noviembre de 2007

Descubrimiento

Dedicado a mi maestra María Luna
Berta venía padeciendo unos extraños dolores de cabeza desde hacía unas semanas que generalmente se intensificaban los sábados y que no remitían por mucho paracetamol o similar que tomase, por lo que su madre no dejaba de recomendarle que fuese al médico, pero ella no estaba dispuesta a seguirle la corriente ni siquiera en eso. Una amiga del instituto le recomendó un “naturalista” del barrio que tenía fama de solucionar casos incurables, así que concertó una cita con el mismo y se presentó en la consulta para buscar alivio a sus males.

Aquel individuo le examinó el iris de sus ojos, color azul Mediterráneo visto desde la cabina de un avión a punto de tomar tierra; le hizo unas cuantas preguntas de los más extravagantes y hasta le echó las cartas; tras lo cual le alargó un frasco con un líquido de color barroso que debería disolver en la bañera y sumergirse la noche antes de la luna nueva; al día siguiente debería tomar un infusión con unas hierbas traídas desde el valle de Artiges de Leo y dejar que los efectos le invadieran -esas fueron sus palabras-. La broma le costó 150 euros, un poquito más caro que el seguro pero si quita el dolor de cabeza están bien empleados, pensó la muchacha.

Cumplió a rajatabla todas las instrucciones del sanador, según ingirió la infusión empezó a sentir una vibraciones extrañas en los ojos hasta que tuvo que cerrarlos, sintió su cuerpo flotar, sin saber cómo se encontró en un páramo seco ante aquella semirruinosa casa, con su ventana iluminada que le traía recuerdos de una niñez irreal, cogió la llave oculta en una rendija de las losas que hacían las veces de escalinata y penetró sin miedo alguno en el interior.

No halló un mobiliario familiar desvencijado, sino los restos de una destilería de licores, detrás de un alambique surgió una diminuta criatura y saludó.

- Te esperábamos en los espejos de la progresión desde hace una vida, sígueme y hallarás lo que muchos ni buscan.

La guió hasta aquella copa con aspecto de recién servida, que desprendía un aroma torrefacto con tonalidades caoba y chocolate, subió atropellada los peldaños de la tentación e ingirió un largo sorbo de la tentadora libación.
Era un caldo con no menos de tres años de crianza en barrica que te envolvía en ligeros ropajes de raso.

Pasó de soslayo junto al repleto pozo de los deseos banales con su emisión permanente de sonrisas tontas. Al final de un largo túnel se abría una mañana cristalina con un sendero tortuoso, a fogonazos recorrió los bosques de la Alcauca en los que vino a dar con el árbol de la hoja caduca cien por cien, se interrogó por este motivo.


Una mula negra que transitaba por el camino se quedó mirando con expresión de ¿no lo entiendes?


- Cada una de las hojas que se desprenden a diario es uno tras otro de tus errores, y las nuevas son los propósitos de partir de cero que haces cada mañana. Mientras más hojas caigan más frondoso será la sombra que proporciones.

Berta al fin comprendió que es preciso desprenderse sin agobios de lo que ya está de más, que ese lastre sólo proporciona dolores de cabeza y emplear la savia que nos proporciona la tierra para enmendar fallos y generar nueva cubierta.

miércoles, 14 de noviembre de 2007

Alegorías



Los canteros y arquitectos de las catedrales góticas tenían vocación de comunicadores audiovisuales, dibujantes de viñetas preñadas de simbolismos como esta de Notre Dame de París, en la que la monarquía se presenta bajo la jerarquía eclesiástica, enlazada por una criatura monstruosa, a la que se superpone la lujuria encadenada y exhibiendo un par de domingas, la duda es si sentenciaron a estos artistas por injurias a la corona o todo lo contrario.
Mientras otros pobres diablos estudian como sortearán el caos generado en la capital francesa y se quedan petrificados al contemplar los atascos.
Bonjour monsieur Sarzkozy


Estirga en Notre Dame

lunes, 12 de noviembre de 2007

Aves errantes

Vistas de la estación de Fuente de Piedra

Sigo con la tarea de acarrear noticias para la facultad, hoy le toca el turno a la laguna de Fuente de Piedra y sus aves migratorias, que ya quisiera más de uno emprender el vuelo sin más equipaje que la experiencia, en clase VIP sin overbooking de esos ni huelgas anti-usuario.
Me embeleso tomando fotos y contemplando la naturaleza, luego prepararé unas notas plagadas de datos pseudocientíficos para cubrir el expediente, Campillos con sus industrias de pieles y el restaurante La Perdiz con platos "llenativos" no queda lejos así que...



Laguna de Fuente de Piedra matutina
Recreación del atardecer a partir de mis fotos
Flamencos sobrevolándome
Rienda suelta al photoshop

Impresiones

Todo es subjetivo, dejemos volar el yo imposible.

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Tratando la conjución de ocurrencias e imágenes. No pongo música porque se cabrean los de la SGAE.