Mejor estar en las nubes o cerca de ellas, para perder de vista lo que aquí abajo se cuece; por lo que hoy un reducido grupo acometimos la subida desde el Robledal hacia el Salto del Caballo, llegamos hasta 1.885 metros de altitud, sin que pudiéramos hacer cumbre en la Maroma una vez más por la niebla que nos envolvió, no era plan de jugarse el físico, una gran compañera de clase disfrutó como un niña entre el blanco manto, a pesar de que un buen trecho caminamos dando resbalones sobre la nieve, al filo de un cortado del que solo se escuchaba el discurrir del arroyo, sin que se viese el fondo, muy apto para candidatos al filo de lo imposible. Sierra Nevada se ofrecía en dirección Oeste emergiendo sobre las nubes, las cuales quedaron a nuestros pies en nuestro afán por alcanzar la cima.
A estas horas las piernas, tras la agotadora picada, son un puro hormigueo, los descensos pese a lo que muchos pudieran creer agotan doblemente las rodillas, menos mal que los bastones cumplieron de maravilla, salvándonos de alguna que otra caída y amortiguando el balanceo de unas marionetas de la montaña.
Volveremos a intentarlo, como dijo George Mallory simplemente “porque está ahí” además, el Everest nos pilla un poco a trasmano.
12 comentarios:
Entran ganas de pillarse un bastón y un termo de café y ponerse a triscar por la nieve.
Suerte tenéis algunos.
Preciosas fotos.
Besos.
Me gusta, me gusta mucho lo que has escrito hoy, Pollo andalú, y me ha hecho gracia porque yo hoy he escrito también algo sobre las nubes y sinquerer he visto en tus palabras que me conducían al mismo monte. Asciendo con lo que el hormigueo de la bajada aún no lo siento.
besines
Y yo en la ciudad.
Rodeada de cemento, luces, asfaltos y bocinas.
Qué bello tu paseo.
La cebecera me iluminó la mañana!
Un abrazo, Nómada.
Suerte que contu blog viajo un poco!
Jopé, Noma, ¡qué refrescante lectura! Me ha hecho revivir mis andanzas montañeras.
Muy buenos días desde un no menos refrescado (y refrescante) Maresme.
Para no variar las fotos una maravilla :). Ya me contarás algún día como se pone así de grande la foto de la cabecera. Besucos.
Este ha sido, sin duda, el reportaje fotográfico que más me ha gustado de todos los que he disfrutado en este blog.
Un abrazo.
Huy.. como lo has pintado!..
Me dan unas locas de coger mi mochila y ponerme a subir alguna montaña.. fotografiar momentos inolvidables.. y pasarlo de muerte...
Algún dia..
abrazos.
Si tuviese menos años y mas agallas imitaría tus andanzas en una sierra cercana a mi lugar.
Muy linda experiencia relatas de una forma muy amena.
Punto aparte merece lo que han degustado en El Anafe.
Saludos cariñosos y gracias por tus palabras en mi blog.
Si tuviese menos años y mas agallas imitaría tus andanzas en una sierra cercana a mi lugar.
Muy linda experiencia relatas de una forma muy amena.
Punto aparte merece lo que han degustado en El Anafe.
Saludos cariñosos y gracias por tus palabras en mi blog.
Algunos estamos encerrados en casita, y en cama los tres días... Con fiebre y un catarrazo de cuidado.... Ya ves...
Un beso, cielo.
Natacha.
Bueno la verdad es que estas caminatas que te pegas, creo que son la mejor solución para ser feliz, amigos, libertad y belleza, no se puede pedir mas, parece lindo todo aquello, el recorrido por el Robledal, la nieve, la niebla, en fin me ha gustado mucho.
Yo tambien como sabes realizo mis caminatas, mas o menos de dos horas y media, imagino que menos largas que las tuyas, pero sanas igualmente, por toda la serrania de Gredos.
Un abrazo
El mejor paisaje para la nieve es la naturaleza; qué bonitas esas fotos y que maravilla de excursión; aunque casado ha tenido que valer la pena.
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