lunes, 4 de marzo de 2013

Cosecha de sandeces








C
iertos días los medios no hacen otra cosa que cosechar las sandeces que los personajes de turno tienen a bien regalarnos. Admito que los inculpados esgriman como defensa cualquier memez, ya sea ante su señoría o delante de las cámaras. Otra cosa es que la prensa actúe como mera vocera de tantas estulticias.
Bárcenas y Urdangarín alimentan de lunes a viernes el esperpento nacional. La prensa, al poner el foco de atención sobre estos especímenes, intenta tapar con edredones los tiritones del paro y el colapso de la economía. Iñaki soltó en sede judicial que su esposa estaba en Noos para “dar transparencia”, pero que pintaba menos que un teletubby en un entierro. Dudo que la audiencia de este programa infantil sea capaz de digerir semejante argumento.
El extesorero del PP y su gente tuvieron la fortuna de encontrase con filantrópicos personajes anónimos. Éstos, tal vez alentados por su vocación de Madre Teresa de Calcuta, por los encantos de Rajoy o por un arrebato de beneficencia, les obsequiaron con 23,7 millones de euros. Sin exigir contrapartida alguna. Ya se sabe que tu mano izquierda no debe enterarse de lo que haga la derecha.
La mesa de la actualidad la sostienen otras dos sólidas patas de la agenda mediática. Los entresijos del Vaticano y los achaques del monarca. Atufa a Nodo el despliegue de TVE en torno al sucesor del papado. La eficacia y presteza médica con el real paciente puede servir de comparación con la “agilidad” de la hipersaturada sanidad pública.
Dan ganas de todo, menos de aplaudir. Podemos echarnos a llorar como esta escultura de Moraima, la esposa de Boabdil y última reina de Granada. Otra opción es plantar cara a la permanente tomadura de pelo, como el caudillo musulmán Aliatar defendió el territorio nazarí.



Moraima en Loja, Granada.



Aliatar en Loja, Granada.

Terraza con la iglesia mayor de fondo en Loja, Granada.

lunes, 18 de febrero de 2013

La guindas de la pava

Mercadillo de Torremolinos, Málaga.

C
ondimentar las opiniones con envidia forma parte del recetario nacional, como si añadiésemos ajo, laurel o guindillas al guiso del día. El estómago aguanta hasta cierto límite, pero a veces se le va la olla a la cocinera y aquello sale un comistrajo vomitivo.
Una universitaria, cuya identidad no viene al caso, no se explica como alguien pudo llegar a ser azafata de vuelo sin ser alta ni un bellezón, según sus peculiares cánones. Si este “elaborado” silogismo viniera de la versión hispana de Homer Simpson, en una tarde de barra de bar con efluvios de aguardiente, sería entendible; nunca justificable.
El panorama laboral no está para tirar cohetes. Si damos por sentado que un puesto, en una compañía aérea, se consigue por las medidas o por la cara bonita de la aspirante, obviando los idiomas y la formación específica. Entonces retrocedemos a la mitología del cine de los sesenta; con las suecas, Torremolinos, el macho ibérico y el enredo fácil.
Muñeca, según la segunda acepción de la RAE es una figura de mujer que sirve de juguete. Con las personas no creo que se deba jugar ni abandonar en el banco del ninguneo.
Banco y muñeca abandonada en calle Moreno Monroy, Málaga.

martes, 5 de febrero de 2013

Montañas de sal

Felinos en Tabarca, Alicante.

L
as redes sociales echan humo, hay mucho bonito suelto; mientras la morralla se debate en las nasas de los recortes, los deshaucios y el paro. Las pescadillas ya no se muerden la cola ni la lengua frente a los tiburones de los arrecifes financieros. En el paraíso no hay atunes, sino mantas para tirar.
Los patrones de la política no quieren echar la vista atrás, por temor a convertirse en una estatua de sal, como la mujer de Lot. Estas montañas de cloruro de sodio en San Pedro del Pinatar, Murcia, proceden del Mediterráneo. No de un acto de contrición. A riesgo de ser besugo, las estelas de la barca me parecen más sólidas que la retahíla de los lenguados con carné.

Sal en San Pedro del Pinatar, Murcia.
Salinas en San Pedro del Pinatar, Murcia.
Santa Pola a popa.



sábado, 26 de enero de 2013

Varada

Barca varada en Tabarca, Alicante.


En tierra quedó la barca
cansada la proa
de las cosquillas de las olas,
fiel a su faro de Levante
se subió a la loma de Tabarca
con las costillas al viento
para beberse el horizonte.

Ya no necesita hélice ni motor
para navegar sus sueños,
le basta con el guiño de la sirena
que le llama desde la cala cercana
cuando el Sol se rompe en mil espejos
su alma surca los azules rumbo a ella.

El ocaso la baña de oro,
el viento esparce sus historias
más allá de las murallas,
más allá del Mediterráneo.


Cala al Sur, isla de Tabarca, Alicante.

Faro de la isla de Tabarca, Alicante.

Atardece en la isla de Tabarca, Alicante.

jueves, 17 de enero de 2013

Operaciones junto al mar

Nadador en diciembre, playa de Huelin, Málaga.

D
esde la playa se pueden realizar múltiples actividades, como tomar el sol, caminar o darse un chapuzón para aliviar los rigores de la canícula. Otros tipos menos bucólicos no pierden un segundo en pastorear sus finanzas, como el extesorero del PP, Luis Bárcenas. La Cadena Ser revela que, en febrero de 2009, este hombre de confianza de Rajoy llamó al Dresdner Bank desde la cercanía del mar, para una transferencia de un millón de euros.
Los Alpes también eran irresistibles para el mago de los dineros peperianos; según confesó al juez Pedreira él visitaba Suiza por amor al esquí y a las actividades montañeras. Para un devoto de tales actividades los bancos tendrán menos atractivo que un aserradero para Pinocho.
Me imagino el descojone del director de mi banco, si le llamo desde un chiringuito playero, con la pegajosa canción del verano de fondo, para decirle: “Oye, fulano, apártame un millón de mi cuenta, que ahora mismo estoy ocupado esperando esa ración de paella que no sale y el tinto se está recalentando”.
A la vista de estas y otras vainas análogas prefiero disfrutar de los sonidos del mar, la transparencia de sus aguas y las gaviotas que no la cagan cuando abren el pico.
Pareja en la isla de Tabarca, Alicante.

Control de vuelo en la isla de Tabarca, Alicante.

Revisan acercamiento en la isla de Tabarca, Alicante.

En posición de vigilancia  en la isla de Tabarca, Alicante


martes, 8 de enero de 2013

Siete Revueltas y el tajo de Lastras.

Vistas al pie del tajo de Lastras

E
nero y sus rebajas inundan el centro de las ciudades. El personal busca estos días con ahínco gangas entre la quincalla 'made in China' u otro origen similar. La globalización, la deslocalización y la política, sin razón ni corazón, dejan un saldo de 6 millones de parados en España. Siempre me ha dado grima ver a la gente removiendo montañas de ropa. Pienso que los almacenes se burlan de la clientela. No dudo que habrá quien logre su enésimo par de botas, su traje con nombrecito italiano, que da el pego de maravilla. Tal vez compraron su cuota de felicidad gracias a una tarjeta de crédito que echa humo a estas alturas.
El otro día, mientras depositaba plásticos, cartones y vidrios en sus respectivos contenedores; el de residuos orgánicos engulló a un hombre que rebuscaba restos de componentes informáticos en su interior. Con tanto trasteo la tapa se cerró, aquel tipo lejos de azorarse, continuó con su tarea de minero de los residuos. Cada cual busca su pequeño tesoro en el espacio vital que los caprichos de la sociedad le permiten.
El día de Reyes, sin obligaciones infantiles, he preferido hurgar otros horizontes por la zona comprendida entre las Siete Revueltas y el tajo de Lastras, en la parte oriental de Almogía, Málaga. El tibio invierno comienza en crescendo el blanqueo de los retorcidos almendros.

Almendros en flor.

Chumbera en enero.
Casi transparente.
Variedad rosada.

Del mismo tronco.
Puente medieval.


sábado, 22 de diciembre de 2012

Vuelo a Mach 3

En la cima del Torrecilla a 1.919 metros. Sierra de las Nieves. Tolox. Málaga.

R
egresar a casa por Navidad suele ser lo anhelado por la mayoría. En el caso de Luis ocurre todo lo contrario. Perdió a su mujer e hija en un accidente de tráfico, cuando iban a encontrarse con él en un pueblo del camino de Santiago. Esto trastocó su vida, cada año en tan señalado día tenía su operación salida especial. Me lo encontré un día en medio de un bosque de quejigos y esto fue lo que me contó:
“Como consecuencia del accidente dejé mi trabajo como ingeniero de vuelo en una empresa asociada con la construcción de un caza europeo, superior al F16 americano. Me centré durante meses en descifrar unas extrañas comunicaciones recibidas en la cabina de un Airbus 340-300, al mismo tiempo que un objeto cruzaba la pantalla de su radar en zigzag a  mayor velocidad que cualquier aeronave civil o militar. No eran señales de Morse convencionales, tampoco respondían a ningún patrón lingüístico conocido. Me obsesionaron aquellos tres minutos y quince segundos, sin sentido para los criptógrafos consultados”.
“Ayudado por un potente ordenador tuneado por mí,  comparé la secuencia con varios millones de mensajes de todo tipo, sin resultado positivo. Un día, por curiosidad, grabé el silbido del viento a través del triángulo que presentaba un añoso tronco. Al intercalar la grabación del avión con las pausas del sonido del árbol obtuve la respuesta a mi obstinación. Eran los códigos de cinco caracteres (FIX) a introducir en una nave capaz de volar a Mach tres (3 veces la velocidad del sonido), para alcanzar el lugar en el que están quienes ya partieron de entre nosotros”.
“Descarté la divulgación de mi hallazgo entre la comunidad científica, seguro que me tomarían por loco. Pero obtuve el apoyo de una conocida marca de refrescos para financiar la construcción de una nave de tales características con capacidad para 60 pasajeros. Para amortizar la inversión tuvimos la idea de cobrar más de 300 mil euros a aquellos ricos gordos sin escrúpulos, con un “peluco” de muchos kilates, que tuvieran el capricho de volar entre Europa y América en escasas horas. El destino del más allá lo reservé para quienes merecieran la oportunidad de estar gratis unas horas con sus seres del otro lado”.
“Este año mi ordenador, en base a las miles de noticias almacenadas, seleccionó a los padres y madres de los 20 menores asesinados en Connecticut. Un autobús recogerá al personal simulando llevarlo a un oficio religioso, en realidad el aeropuerto de Hartford Bradley será el punto de despegue”.
“Sé que no será un viaje fácil, sobre todo cuando llegue la hora del regreso. El controlador del otro lado es muy estricto con los tiempos y costará convencer al personal, pero mi azafata Estefanía sabrá inculcar las pautas durante el viaje de ida. Ella fue mi primera pasajera en vuelo experimental hace cuatro años, al poco de perder a su hijo, arrollado por un camión, mientras iba en bicicleta camino del instituto. Desde entonces cada Navidad la pasamos a muchas millas de nuestros respectivos domicilios”.
El nómada no ha perdido la cabeza, el relato solo es una leyenda nada seria que pretende soñar con lo inalcanzable o tal vez no. Más de uno quisiéramos pilotar o viajar en esa nave algún día. 

Impresiones

Todo es subjetivo, dejemos volar el yo imposible.

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Tratando la conjución de ocurrencias e imágenes. No pongo música porque se cabrean los de la SGAE.